No hemos salido todavía de la mayor crisis de España y ya tenemos “Gurús” que nos dicen cómo evitar la sangría en puestos de trabajo de la siguiente.

El pasado 10 de junio, se publicó un artículo en el periódico Expansión en el que ya nos avanzan como evitar el paro en la próxima crisis. Si de verdad hubiese profesionales tan preparados e inteligentes, y no digo que el Sr. Canals, Director General de la Escuela de Negocios del IESE no lo sea, muchas empresas no habrían tenido que recurrir a eliminar al 80% de su plantilla o la extinción para sobrevivir.

Es cierto que de la experiencia se aprende, pero me parece gratuito decir que la “próxima crisis no puede resolverse echando gente a la calle” como si fuese una opción.

El artículo es completo y viene a decir poco menos que las empresas son responsables sociales y que deben anticiparte a las necesidades de la sociedad para no acabar echando gente a la calle. ¿Alguien se ha preguntado realmente por qué hay despidos?

Por un lado defiende que la próxima crisis se debería hacer sin  despidos pero lo que no explica claramente es que la alternativa es la precariedad laboral, descenso de salarios hasta el punto de estar completamente ligados a la productividad.

En otras palabras, que todos seamos empresarios, lo que en España se llama autónomos. Algo que no me parece mal siempre que se diga claro y no bajo titulares llamativos y que tienden al populismo.

Si una empresa que tiene 50 empleados es porque necesita 50, no 49 ni 51, y hablo de empresas que funcionan dentro de la ley y con coherencia moral. En ese caso, imaginemos que de esas 50 personas, 10 son del área de administración o indirectas al producto y 40 directas en función de la producción. Sigamos con la hipótesis y cada día se producen 40 productos porque al cabo del mes se venden 800.

Entonces se produce un descenso de la demanda y baja de 40 diarios a 20, justo la mitad. Las soluciones sean las que sean deben pasar porque el coste para la empresa en el área de producción descienda a la mitad sin contar las repercusiones en los costes indirectos de la empresa claro.

Opciones:

1A. Despedir a 20 trabajadores.

1B. Reducir el sueldo al 40%-50% de los 50 trabajadores (porcentaje hasta llegar a compensar la bajada de demanda) y el horario al 40%-50%.

En una crisis aguda, y esta en la que estamos, aunque ya veamos la salida es severa, se reduciría otra vez las ventas a la mitad. Es decir, que diariamente la demanda se bajaría a 10 productos.

En esta fase ya hay que incluir un ajuste en administración puesto que no tiene sentido dada la baja producción que se realiza, incluso en muchos casos, la venta de naves, maquinaria, cambio a un local más reducido (por los costes), etc.

Opciones:

2A. Si se ha aplicado la opción 1A

    1. A de los 20 que quedan, sería despedir a 10 trabajadores de producción y 5 de administración.
    2. Reducir el sueldo al 40%-50% de los 30 trabajadores restantes (porcentaje hasta llegar a compensar la bajada de demanda) y el horario al 40%-50%.

2B. Si se ha aplicado la opción 1B

    1. Contando que cobran la mitad todos los trabajadores, el despido necesita ser el doble, por tanto sería un despido de 25 trabajadores y el resto cobraría el 50%
    2. Reducción de sueldo otro 45% -50% de los 20 trabajadores restantes, quedándose del original en un 25%-30% y horario al 25%-30%, algo que es inviable en muchos puestos de trabajo ya que la productividad se reduce drásticamente o es inviable dado el tipo de negocio.

¿Qué otras opciones quedan? Porque lo que es una obviedad es que una empresa no es una ONG y se dedica a ganar dinero, incluso si ve que la crisis es corta puede asumir pérdidas en uno o dos años pensando en que las recuperará en los 5 siguientes.

La única forma de evitar el despido es evitando que las crisis afecten al grueso de las empresas y actividad económica, ¿cómo? No es sencillo porque si lo fuese yo también caería en ser un “gurú” más.

Si tuviese que aportar mi granito de arena sería en ser valientes y desde la legislación forzar cambios de modelo productivo cada 5-7 años, buscando anticiparse al colapso natural de cada modelo. Pero eso es complicado y anti-populista ya que es ir en contra de empresarios y asalariados en el momento de mayor producción de un modelo.

Me refiero a que si se repitiese un crecimiento como el del primer lustro de este siglo pero basado en otro modelo: placas solares, aplicaciones, turismo, etc. y tienes al 60% de la población activa en ese modelo, con buenos salarios, horarios, y felices y contentos, es complicado hacer una ley que penalice al 30% de ese sector para forzar el cambio antes de que la crisis lo haga por ti. En ese momento nadie querría soltar y dejar de “chupar de la teta” que le amamanta, porque es más cómodo hacer como el avestruz que tomar decisiones mirando a largo plazo aunque a corto pierdas.

Por tanto, Sr. Canals me gustaría ver, de verdad, un planteamiento que por lo menos de base fuese razonable y no otra entelequia para salir en la portada de un periódico en un momento de excesiva agitación política, que solo sirve para rellenar titulares y cambios de sillón, ya que a los empresarios solo nos ofrecen dudas e incertidumbre tanto ruido y humo sin consistencia detrás.

Crisis – Soluciones – Propuestas – Asesoría – Anticiparse

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